19-S: Desde los ojos de un policía (1)

Testimonio 1

El día del sismo yo me encontraba en el primer cuadro de la ciudad, a un costado de la catedral. Ese día, cuando suena la alarma sísmica y empieza a temblar, empieza a salir mucha gente de los edificios; ahí tenemos Palacio Nacional, edificios de la UNAM, la catedral y pues la gente sale alarmada, con pánico, corriendo y nuestra labor principal fue dirigirlos a un lugar seguro, a un lugar abierto, donde no corrieran ningún riesgo y hacerles saber que no iba a pasar nada.

En específico la catedral sufrió un daño muy importante en la parte de arriba donde está la cúpula central, y en uno de los campanarios hay unos santos muy grandes y uno de ellos se desplomó. Ahí, junto con las autoridades cerramos las entradas para que nadie más pudiera ingresar. Hicimos un acordonamiento, posterior a eso nuestra siguiente labor fue detectar a las personas que se encontraban lastimadas, ver si había edificios o inmuebles también fracturados y después recorrer Reforma e Insurgentes para dar la vialidad, porque todo estaba parado, todas las arterias estaban colapsadas, no había circulación. Fue cuando nos dijeron que un inmueble en la Colonia Roma en Puebla y Salamanca había colapsado. Llegamos y pudimos constatar que había colapsado y nos dimos cuenta que había gente adentro del edificio. Y nosotros sin preguntar, sin saber (porque hoy sabemos que era un laboratorio ahí, que había químicos, que había sustancias peligrosas) junto con otros compañeros nos metemos e ingresamos al interior del mismo y logramos sacar cinco personas con golpes, raspones. Posteriormente se acordonó la zona y llegó gente de sectorial, del Ejército, de la Marina, de protección civil, se limitó la zona para evaluar el daño del lugar e intentamos preguntar si había más gente atorada y al no tener respuesta procedimos a la parte de arriba del inmueble y empezamos el retiro de los escombros con cubetas, con las manos.

De inicio la acción fue espontanea, sin medir ningún riesgo entramos y recuperamos cinco personas con vida. Las personas estaban en estado de shock, alteradas, decían que había más gente adentro. Una vez de acuerdo todos subimos a la parte de arriba del inmueble y empezamos a retirar los escombros con cubetas, con las manos, con lo que iba aportando la gente que llegaba, los voluntarios nos dieron lazos, escaleras, picos, palos. Y así, así fue nuestra labor hasta el día de hoy: retirar escombros, apoyar a la gente, hacer guardia durante día y noche para poder salvar los cuerpos. Nos tocó retirar el escombro y avisarle a la gente del ERUM que estaba ahí y ellos se encargaban de llevarlo.

La cooperación entre todos los sectores fue bastante buena, realmente ahí es un entendimiento muy fuerte, sabes lo que están pensando, lo que quieren, tanto que se hacen cadenas humanas, te van pasando cosas, tú a ellos, con todos, gente de la Marina, gente del Ejército, de la secretaría, gente del ERUM.

El apoyo de la sociedad fue lo que más me llegó, cuando la gente llega te ofrece algún alimento, gente que sin ninguna obligación gasta sus propios recursos y su propio tiempo, y acude al lugar y te ofrece un café, un vaso de agua, una torta, gente que no lo piensa, que te da para ayudar. Ahí al lado del laboratorio había una ferretería, el señor ofreció realmente toda su herramienta, sin pensar la pérdida económica que podía tener y nos dotó de palas, carretillas, picos, mazos, barretas, hasta unas cortadoras, guantes, cascos, lentes, mascarilla. Él nos dice que a él le pertenecía esa ferretería que si podía ayudar en algo y entonces él empieza acompañado de nosotros a sacar lo que requeríamos de primera mano. Yo creo que lo más impactante es el apoyo de la sociedad, se acercan y cada quien coopera con lo que puede. En ese momento la sociedad se ve unida con nosotros, nos vemos unificados, nos ponemos de acuerdo, sin necesidad de llegar a un planteamiento como tal, todos cooperamos y salen muy bien las cosas. Yo me sentía muy a gusto los dos, tres días que estuve ahí, te anima, es un aliento que te da la gente.

Para el futuro yo creo que nos falta un poco más de conocimiento para adquirir en algún desastre, porque realmente la gente se asusta y reacciona mal y sí nos falta un poquito más de sensibilidad hay gente que quiere correr a sus domicilios y se entiende, están preocupados por sus familias, pero sí es importante que antes dejen pasar ambulancias, torretas…