Testimonio 5
Me encontraba en mi zona de patrullaje en la Alameda sur, mientras patrullaba comenzó el simulacro, como tenemos varios edificios al lado, llevamos a cabo las medidas de precaución. Cuando empieza el temblor de verdad estábamos vigilando la zona de la Alameda. Unas personas pidieron ayuda, estaban gritando muy fuerte y nos acercamos con ellas. Recorrimos Rancho del Arco, y nos dimos cuenta que había un edificio colapsado. Al llegar notamos que había una fuga de gas muy fuerte, no podíamos dejar pasar civiles que querían ayudar. Dos personas a lo alto gritaron “ayuda oficial” y yo, como pude subí a los escombros por una barda y empezamos a escarbar los escombros, ahí encontramos un bebé de nueve a doce meses de edad, lo logramos escarbar, quitar piedra con ayuda de otros dos civiles. Volvemos a subir y rescatamos un adulto de unos treinta años. Y digo todos querían ayudar, eso fue muy bueno, todos quitaban escombros, se encontraron cuerpos, llegaron todas las dependencias: Policía Federal, Ejército, Marina, entre todos nos pusimos a sacar escombros.
Como lo dijo un compañero había mucha gente, que a lo mejor no podía ayudar sacando escombros, cargando piedras, pero llevaban agua y víveres para nosotros, porque fácil esa vez nos aventamos trabajando casi 72 horas y le seguimos. Pero además, uno con la preocupación de nuestras casas, preguntándonos ¿qué es lo que ha pasado en nuestras casas? Porque uno se quería comunicar y no sabíamos. Uno quiere ayudar, pero también uno es humano. Yo cuando saqué al niño, lo primero que se me vino a la mente fue mi hijo: tengo un muchachito de veinte días. Y yo decía pudo ser mi hijo, y a mí me hubiera gustado que alguien hiciera lo mismo por mi hijo. Fue una experiencia muy fuerte, no encuentro las palabras para decirlo, porque también uno siente, y la verdad sí fue impresionante. Lo que más me impresionó fue haber sacado al niño, que estuviera vivo, que estuviera bien entre tanto escombro.
Muchas veces piensa la gente que no queremos que dejen que ayuden, pero también entiendan que no vamos a poner en riesgo sus vidas, yo sé que es de buena voluntad, pero muchas veces no sabemos cómo están los cimientos, no vamos a ocasionar más accidentes, porque hay mucho riesgo. Hay gente que mis respetos, se aventó casi toda la noche trabajando y no se cansaban.