Publicado por Animal Político
28 de enero 2018
Por: Víctor Manuel Sánchez Valdés

En 2007 cuando comenzaron a incrementarse de forma importante los homicidios dolosos en el país, Guanajuato era un estado relativamente seguro, con baja presencia de organizaciones criminales, sin embargo, bastaron unos cuantos años para que la situación cambiara y al día de hoy, Guanajuato es la segunda entidad con más homicidios en cifras totales y la sexta en la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes.

En la siguiente gráfica se puede observar, como en 2006 apenas se registraron 242 homicidios dolosos, pero para 2009 esa cifra se había elevado a 404 y a partir de ese año comenzó un crecimiento claro, que hizo que los homicidios se incrementaran a 771 en 2012, a 961 en 2016, a 1,096 en 2017, a 2,367 en 2018, aún sin considerar las del mes de diciembre. Tan sólo de 2017 a 2018 se registró un aumento de más del 115%, lo cual es una clara señal, de que los enfrentamientos entre el crimen organizado se están saliendo de control.

No es casual que Guanajuato se encuentre en el centro de una disputa del crimen organizado, se trata de la sexta entidad federativa con más población y por tanto, uno de los más grandes mercados de obtención de rentas ilegales; cuenta con un importante flujo de turistas; muchas de las principales carreteras del país pasan por su territorio, por ende, es un punto estratégico de control para el tráfico ilegal de mercancías; también cruzan por ella importantes ductos de PEMEX, al grado que es la segunda entidad con más reportes de robo de combustible y en su territorio se comienza a producir drogas.

Además, se debe considerar que se encuentra en una región donde confluyen las áreas de expansión de varias organizaciones criminales. En concreto, hay cinco organizaciones criminales que hoy se disputan el control de territorio de Guanajuato, el Cártel Jalisco Nueva Generación que es la organización dominante en la entidad, las células remanentes de los Zetas, los tradicionales Cártel de Sinaloa y Cártel del Golfo, así como una organización de corte local que se hace llamar el Cártel Santa Rosa de Lima.

El hecho de que existan tantas organizaciones crminales en un territorio tan pequeño, ha propiciado la lucha abierta por el control de los 46 municipios de Guanajuato. Se realizó un análisis hemerográfico de notas publicadas entre enero de 2015 a la fecha, que demuestra que se ha registrado la presencia de al menos una organización criminal, en todos los municipios de Guanajuato. También hay 15 municipios en donde operan dos organizaciones criminales, ocho en donde tienen presencia de tres organizaciones (Silao, Guanauato, Pénjamo, Celaya, San Luis de la Paz, Apaseo el Alto, Apaseo el Grande y Villagrán), dos con cuatro organizaciones, que son Irapuato y León, así como Salamanca en donde están presentes las cinco organizaciones que operan en el estado.

Dicha revisión hemerográfica hizo una búsqueda de de notas periodísticas municipio por municipio, relacionando las palabras clave con cada una de las organizaciones criminales potenciales, de hecho, se extendió la búsqueda a otras organizaciones criminales que resultaron no tener presencia documentada en el estado.

La organización con mayor penetración en Guanajuato es el Cártel Jalisco Nueva Generación, que comenzó su incursión en 2013 en los límites de Guanajuato con Jalisco; para 2015 se había expandido a nueve municipios y que en la actualidad está presente en 36 de los 46 municipios, cubriendo la mayor parte de la entidad, incluyendo municipios estratégicos como León, San Francisco del Rincón, Silao, Guanajuato, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, Celaya, Penjamo, Irapuato y Salamanca.

La expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación ha sido vertiginosa en el estado y ha propiciado el aumento de la violencia en la zona, al grado que ha reducido los territorios bajo el control de otras organizaciones como los Zetas o el Cártel de Sinaloa y literalmente ha expulsado a otras organizaciones que en antaño tenían presencia en Guanajuato, como la Familia Michoacana o los Caballeros Templarios.

La segunda organización en importancia en Guanajuato son los remanentes de los Zetas, la cual si bien en estrcito sentido ya no son una organización unitaria, lo cierto es que en Guanajuato subsisten varias células locales, que continúan utilizando la marca de los Zetas, para llevar a cabo sus actividades delitictivas, en especial, el robo de combustible, la extorsión y la venta de drogas al menudeo.

Su área de operación se ubica al oriente y centro de la entidad, teniendo una cobertura en 32 municipios, aunque con menor intensidad que el CJNG. En especial, tienen mucha fuerza en municipios cercanos a San Luis Potosí como Doctor Mora, Xichu, Atarjea o San José Iturbide.

Con una presencia menor y dentro de una zona claramente definida, se encuentra la organización de corte local que se conoce como el Cártel Santa Rosa de Lima, en cual nació de una escición de los Zetas, en el poblado del mismo nombre que se encuentra en la zona rural del municipio de Guanajuato y es liderado por José Antonio Yepes Ortíz, alias “El Marro”.

Dicha organización tiene presencia en nueve municipios inclyendo León, Guanajuato, Celaya, Salamaca, Silao e Irapuato y se dedica de forma predominente al robo de hidrocarburos en dicho corredor.

Completan el abanico de organizaciones el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa, los cuales han ido perdiendo presencia en la zona, pero aún conservan pequeñas células en algunos municipios. El primero sigue teniendo presencia en Salamanca, Cuerámaro y San Luis de la Paz, mientras que el segundo opera todavía en Salamanca y Cortazar.

Derivado de lo expuesto en el artículo, es importante que desde el Gobierno Federal se implementen acciones inmediatas para devolver la paz y la seguridad a los habitentes de Guanajuato, en ese contexto resultan fundamentales los esfuerzos que se han inciado para hacer frente al robo de hidrocarburos en todo el país y en donde Guanajuato y en concreto Salamanca, tendrán una atención especial. Ello sin afectar el abasto de combustible que se ha convertido en un problema en la zona.

Ya que si se reduce el robo de hidrocrburos en el estado, las organizaciones con presencia en Guanajuato perderían gran parte de sus ingresos y se verían forzados a reducir el tamaño de sus aparatos sicariales, minandose así su capacidad de fuego, además, no se puede descartar que ante la perdida de ingresos algunas organizaciones decidan reducir su presencia en la zona.

De igual manera, es importante que el Gobierno Federal aumente la presencia de efectivos de los cuerpos de seguridad en el estado y en especial, en el corredor que va de Apaseo el Alto a León, pasando por Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y Guanajuato, que es donde se concentra gran parte de la disputa entre las tres organizaciones más fuertes en la entidad.

 

* Víctor Manuel Sánchez Valdés es colaborador de @causaencomun, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, doctor en políticas públicas por el CIDE y especialista en seguridad pública. Correo de contacto: victorsanval@gmail.com.