El 4 de diciembre pasado, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, anunció en una de sus conferencias de prensa matutinas, que el Gobierno Federal estaba trabajando en la puesta en marcha de un sistema de información delictiva, que tendrá reportes diarios de los principales delitos y datos desagregados a nivel municipal, estatal y para cada una de las 266 coordinaciones regionales, en las que se divide el país en las tareas de seguridad. El 25 de diciembre, en otra conferencia de prensa,confirmó ante la pregunta de un reportero, que el sistema estaba prácticamente listo y comenzaría a funcionar en unos días. Se pretende, por tanto, que dicho sistema sustituya al actual, que publica reportes mensuales de información y que produce de forma interna cortes cada quince días.
Se trata de una medida positiva, ya que de concretarse el sistema propuesto por el presidente, tendríamos información oportuna y más detallada, que nos ayude como país a tomar decisiones en materia de seguridad pública. Es decir, se trata de una iniciativa positiva que debemos celebrar y alentar, porque tendría beneficios directos para el país.
A pesar de lo anterior, para quienes trabajamos de forma cotidiana con bases de datos de seguridad pública y conocemos la forma en la que se generan, agregan y validan los datos de incidencia delictiva en el país, nos sorprendió la premura con la que fue anunciado y diseñado este sistema, lo que nos lleva a tener dudas razonables respecto a la solidez del sistema y de la calidad de los datos.
Quienes hemos sido testigos de la evolución de las actuales bases de datos de incidencia delictiva, que coordina el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sabemos que el desarrollo del sistema ha llevado años y que ajustes pequeños a los esquemas de recopilación de información, difícilmente se pueden dar en un espacio de unas cuantas semanas.
Es por ello, que el tenor del presente artículo es plantear una serie de dudas razonables, que algunos especialistas en seguridad pública, tenemos frente a la puesta en marcha de este nuevo sistema, las cuales no deben entenderse como críticas al mismo, sino como una serie de aspectos o áreas de oportunidad que deben ser atendidas por el propio gobierno, para garantizar la óptima operación del mismo. Las cuales se desarrollan en los siguientes puntos:
1.- Se trata de un esfuerzo conjunto, que va más allá del Gobierno Federal: El actual sistema de información opera gracias a la alimentación de datos que llevan a cabo las autoridades estatales, por ende, se requiere de la coordinación de decenas de oficinas en todo el país para lograr tener actualizado el sistema, lo cual ya constituye un reto en el esquema actual y sin duda, el hacer que los reportes sean diarios, implicará un reto aún mayor.
Es decir, no basta con la voluntad del Gobierno Federal para poner en marcha un nuevo sistema de información delictiva diaria, si no cuenta con la colaboración de las autoridades de las entidades federativas e incluso de los municipios. De hecho, resulta prácticamente imposible que el sistema vaya a funcionar, si las autoridades locales no se involucran.
En ese contexto, es importante saber cómo hará el Gobierno Federal para incentivar a los estados a sumarse al esfuerzo, y más aún, cómo apoyará a dichas autoridades para que cuenten con los recursos necesarios para poder emitir reportes diarios, ya que, en muchos casos, las instituciones locales no tienen el personal o todo el equipo que requieren,para hacer frente a un aumento en la carga de trabajo, que representaría alimentar dicho sistema.
2.- Las desventajas de modificar la metodología: Una de las consecuencias comunes,
Ello no implica que nunca se deba cambiar una metodología, ya que quizá la nueva forma de registrar y presentar la información, tenga tantos beneficios que se justifique asumir el costo de ya no poder hacer comparaciones con las cifras pasadas. La decisión, por tanto, debe ser producto de una profunda reflexión, que ponga en una balanza los pros y los contras del cambio.
Si bien, al momento se desconocen los cambios precisos en la metodología que propone el Gobierno Federal, el hecho de que se agreguen nuevas unidades territoriales, que la periodicidad sea más reducida y que, por tanto, se tengan que agilizar los procesos de agregación, validación y publicación de la información, nos hace pensar que el cambio en la metodología no es menor.
3.- La premura en el desarrollo de una metodología: Como ya lo mencioné, el desarrollo de una metodología o al menos de una variante de ella, suele implicar meses de trabajo, en el diseño de los mecanismos y sobre todo en la implementación de los procesos, por parte de las autoridades implicadas en el flujo de información, que en este caso son muchas.
Por ello, sorprende que el Gobierno Federal esté en condiciones de poner en marcha un nuevo sistema en unas pocas semanas. Si bien en el ejercicio de gobierno,ofrecer soluciones de forma expedita suele ser una virtud, se debe ser muy cuidadoso de que la solución ofrecida tenga un estándar de calidad suficiente, ya que de nada servirá contar de forma rápida con un nuevo esquema, si este está plagado de errores y los registros publicados no se ajustan a la realidad.
Es decir, que a pesar de que el Gobierno Federal ya anunció que en breve estará en marcha el nuevo sistema, la premura no debe estar peleada con la calidad, por ende, podría resultar mejor afinar todos los detalles posibles en el nuevo sistema, antes de su lanzamiento. Ello para evitar que sobre la marcha se tengan que hacer ajustes más adelante y se mine la confianza de la ciudadanía en el nuevo sistema. Ya que, para cualquier esquema de reporte estadístico de incidencia delictiva, la confianza es un elemento esencial.
4.- La dificultad de clasificar delitos en poco tiempo: Una de las razones por las cuales la periodicidad de los reportes de los delitos es mensual, es porque hay una serie de delitos que no son fáciles de clasificar en primera instancia. Por ejemplo, en ocasiones la frontera entre un homicidio doloso y uno culposo es bastante tenue y hay casos en los que no es sencillo determinarlo.
Ante este escenario, el reporte diario de delitos daría a píe a muchas correcciones posteriores, tal como ya se hace en el esquema mensual, donde algunos estados solicitan enmendar meses después el registro de determinados delitos, sólo que ahora al ser reportes diarios esos cambios crecerían de forma exponencial, dando pie a confusiones de ciudadanos y a modificaciones constantes en las estadísticas de muchos municipios.
Por tanto, el reto que se tiene ante la puesta en marcha de este nuevo sistema, será encontrar la forma de que las autoridades locales reduzcan al mínimo los errores o las dudas en el proceso de clasificación de los delitos. Sin embargo, es previsible que ello requiera de tiempo, capacitación y generación de mejores criterios.
5.- Las nuevas unidades territoriales: El esquema que propone el Gobierno Federal busca no sólo generar reportes nacionales, estatales y municipales, como se hace en la actualidad, sino que, además se incluye una nueva unidad geográfica que son las 266 coordinaciones regionales. Por lo que se requerirá de un esfuerzo mayor por parte de las autoridades locales, para identificar y agrupar los delitos que se cometan en estas nuevas unidades territoriales.
Esto sin duda es positivo porque permitirá el seguimiento de los trabajos que se llevan a cabo en cada una de estas coordinaciones operativas. Es un esfuerzo que se tiene que llevar a cabo.
La única desventaja es que requerirá algo de tiempo, para que las autoridades lo incorporen a sus procesos. Sobre todo, porque en algunos casos no será sencillo identificar a qué coordinación corresponde un delito, en especial en las áreas urbanas, en donde confluye más de una coordinación regional.
6.- Incluir a especialistas, universidades y a organizaciones de la sociedad civil en la validación de la metodología: Una de las prácticas que han llevado a cabo los últimos gobiernos federales, es socializar, antes de su lanzamiento, los componentes d
Dicho ejercicio está pensado para recibir retroalimentación y críticas constructivas, que permitan mejorar los instrumentos. Y aunque el proceso no ha sido fácil, debido a que en el pasado los gobiernos no atendieron todas las recomendaciones hechas por los especialistas, se debe reconocer que hubo apertura para recibir críticas y hacer algunas mejoras.
En cambio, en este caso, no se sabe nada de las modificaciones que desea hacer el Gobierno Federal y es previsible que el lanzamiento del sistema se lleve a cabo sin que exista una socialización previa de la metodología con especialistas. Sin embargo, hacer este tipo de ejercicios, te permite aprovechar la experiencia de personas que tienen conocimientos especializados y que pueden aportar consejos útiles, que hagan que los instrumentos sean más confiables.
7.- La publicidad del sistema: Hay varios aspectos relacionados con la publicidad de los datos del nuevo sistema, que no han sido esclarecidos por el Gobierno Federal. De entrada, como sociedad asumimos que los datos serán públicos, para permitir que los ciudadanos podamos estar informados y tengamos elementos para evaluar la acción de las autoridades. Sin embargo y a pesar de que la lógica nos indica que así será, no se ha afirmado explícitamente que los datos serán públicos.
El segundo aspecto es la plataforma que se utilizará para la difusión, ya que no queda claro que se vaya a utilizar el portal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública o las mismas herramientas de visualización.
Mientras que el tercer y último aspecto, es si la metodología, los criterios de clasificación y demás aspectos técnicos se harán públicos, en un ejercicio de transparencia, que lespermita a los especialistas hacer juicios sobre la solidez del propio sistema.
8.- Los cambios abruptos en el tiempo: El Presidente ha mencionado que uno de los objetivos del nuevo sistema es contar con información de calidad, que permitan detectar cuáles son las zonas del país que están teniendo un incremento en los índices delictivos, para concentrar los esfuerzos en las mismas.
Sin duda la declaración del presidente va en la lógica correcta, resulta esencial poder detectar las zonas con mayores problemas y enfocar los recursos disponibles en las mismas, de una forma más eficiente.
Sin embargo, quienes hacemos un seguimiento constante a los índices delictivos en el país, sabemos que la distribución de los eventos no es uniforme o regular, hay variaciones marcadas, cambios en el comportamiento criminal dependiendo del mes de que se trate, del día de la semana e incluso entre las propias horas del día.
Por ello, se debe ser precavido a la hora de leer los reportes diarios y tomar en cuenta la tendencia agregada en periodos más largos, ya que habrá días en que en alguna zona haya concentraciones atípicas de un delito, pero ello no significa en automático que se trate de una tendencia sostenida.
9.- La conveniencia de tener datos diarios en todos los delitos: Si bien existen delitos para los cuales es importante tener un seguimiento diario de su comportamiento, como en el caso de los homicidios dolosos, el secuestro, la extorsión, los robos de autos o el feminicidio. Lo cierto es que, hay otros delitos en los que no resulta fundamental tener datos todos los días y basta con el esquema actual de reportes mensuales.
Publicar de forma diaria todos los delitos puede significar una importante carga de trabajo para los funcionarios involucrados y tal vez, no en todos los casos, se justifique tanto esfuerzo, atendiendo al beneficio que se obtiene. Por ende, sería conveniente que el Gobierno Federal determine aquellos delitos en donde es prioritario tener información diaria y aquellos en donde se puede seguir la periodicidad actual.
10.- El pilotaje de la metodología: Por muy buena que sea una metodología, siempre es deseable tener un periodo de prueba anterior a su uso definitivo, debido a que, en las primeras etapas de utilización, se suelen presentar errores o problemas normales. Es por ello que, en casi todos los cursos de metodología, recomiendan hacer pruebas piloto de los instrumentos, ya que esto permite identificar los problemas y corregirlos.
Lo anterior adquiere más importancia, en una metodología que servirá para monitorear los índices delictivos, donde la disminución de todos los posibles errores o problemas es vital, ya que esto puede influir en la toma de decisiones en un tema que es central para la calidad de vida de los ciudadanos.
Por ello, creo que lo más indicado es que se lleve a cabo un periodo de prueba de la nueva metodología, aprovechando la experiencia de especialista en la materia, para llevar a cabo los ajustes que requiera el sistema, antes de que se comience a utilizar para la toma de decisiones y antes de que los ciudadanos tengan acceso al mismo.
11.- Posibilidad de que se oculte información: Si bien no se puede poner de antemano en duda, la disposición del Gobierno Federal de hacer públicos los datos de incidencia delictiva y de no alterar las cifras, lo cierto es que, la propensión de la actual administración de negar cualquier alza en los delitos, aunque es normal que la misma se presente, debido a la tendencia sostenida que hemos visto desde 2015, resulta algo preocupante, debido a que a través de un cambio de metodología se podría ocultar información. Aunque se debe ser muy responsable al respecto y dejar en claro que hasta el momento no existen indicios de esa práctica en el nuevo gobierno.